Tuve un sueño, ¿sabías? Soñé que el mundo se estaba acabando y que todos huían. No sé hacia dónde, pero huían. Padres, hijos, hermanos, todos juntos. Gritaban, lloraban, se ayudaban los unos a los otros, mientras el suelo rugía. Rugía y temblaba. Sólo yo no podía huir. Estaba en esta cama, sintiendo el mundo acabarse afuera, pero sin tener quien me ayudara a levantar. Sin embargo, estaba la luz encendida, como noche tras noche... ¿Te das cuenta de lo que eso significa?

miércoles, 8 de septiembre de 2021

¿Mejor me callo?

 (Publicado en Facebook el 21 de julio de 2021)

Hoy tengo ganas de hablar, de expresarme. Pero soy un tipo más bien ermitaño, por lo que no tengo con quién. Así que acudo a las redes sociales. ¡Bendito Facebook que aguanta todo lo que le pongas! Y se me ocurre reproducir una frase del gran Félix Varela, una frase que acabo de descubrir en un libro que, por mi oficio, he tenido la obligación de leer: Tradición Antimperialista de nuestra historia, de Emilio Roig Leuchsenring. Así que escribo: “Ningún gobierno tiene derechos. Los tiene, sí, el pueblo, para variarlo cuando él se convierta en medio de ruina en vez de serlo de prosperidad”.

Menos de dos horas después me mandan a buscar desde la oficina de mi jefa. Ignoro para qué será, así que me sorprendo cuando ella me “aconseja”, y remarca: “como amiga”, que “deje de echarle leña al fuego”. ¿Acaso no he visto que las redes sociales están que arde?

Quiero discutir con ella, polemizar, pero, sobre todo, recordarle que mi cuenta de Facebook es mía y que allí publico lo que me venga en ganas, siempre y cuando, claro, no viole la política del sitio. ¿Acaso yo le “aconsejo” que no publique sus videítos de manualidades donde aparecen materiales que hoy resultan imposibles de conseguir en Cuba? Pero, ¿se podrá dialogar seriamente (sin llegar a los insultos, quiero decir) con alguien que ve peligro en una frase ―descontextualizada, eso sí― de uno de los grandes pensadores de nuestra nación?

Lo gracioso es que no es la primera vez que me halan las orejas por expresarme. Unos meses antes se me ocurrió tirarle una foto a la fachada de mi empresa, específicamente al nombre de la entidad, cuya mitad de las letras se han venido abajo sin que nadie haga nada para repararlo. Recordando aquella frase de José Martí de que el humor tiene que ser un látigo con cascabeles en la punta, publico la foto en Facebook y escribo un texto más o menos así: “Qué difícil es pronunciar MPRES RICO NGLS”.

Durante una semana la dirección de la empresa no durmió, “analizando” la publicación que ―según ellos― atacaba a la entidad. Me llamaron, por fin, a la dirección y me sentí enjuiciado. Estaban presentes el director, el administrador y la representante del Partido, los mismos que en la última reunión del Departamento pidieron que todos fuéramos más activos en las redes sociales, para “defender a la Revolución de los constantes ciberataques provenientes del exterior”. Y mientras los escuchaba, me preguntaba: ¿Y quién defiende a la Revolución de los ineptos, de los burócratas, de los corruptos, de quienes abusan del poder? ¿Quién la defiende de la doble moral, de los globos inflados, de la mala planificación, de la toma de decisión errada y no consensuada? ¿Quién contra el secretismo, el falso triunfalismo, el analfabetismo legislativo, el sociolismo, la militarización, el nepotismo, el eufemismo, la indolencia, el autoritarismo y, por supuesto, de los censores? ¿Quién contra la represión?

Intenté defenderme lo mejor que pude, alegando que era una vergüenza que la empresa no se molestara ni siquiera en arreglar su propia fachada. Pero no se trataba sólo de la fachada. ¿Por qué nadie arreglaba desde hacía casi un año el aire acondicionado del departamento? Departamento, dicho sea de paso, donde radican doce trabajadores y que no tiene ventanas, ¡en medio de una pandemia mundial, que en Cuba está dejando muertos a diestra y siniestra, según la versión oficial “por la indisciplina de la población”! ¿Por qué nadie arreglaba el salidero de agua del lavamanos del baño de los hombres? ¿Hasta cuándo íbamos a seguir trabajando sin bebedero? Terminaron por “darme la razón”, pero una vez más me aconsejaron “por mi bien”: la próxima vez que tengas una queja, antes de publicarla en Facebook, por favor, dirígete a tus superiores y plantéala directamente. ¿Acaso no sabía que así le estaba haciendo el juego al enemigo?

Tragué en seco con ganas de ripostar: ¿Acaso ellos no sabían que verbalizar lo mal hecho, criticar, no empeora las cosas; que lo que más daño hace es no mover un dedo para tratar de solucionar los problemas?

Lo que más me dolió, casi hasta traumatizarme, fue cuando me dijeron que (¡oh, divina casualidad de la vida!) precisamente para esa semana ya tenían planificado traer una grúa para remover las letras rotas y arreglar, al fin, el letrero. Pero ahora habían decidido “aplazarlo” para que la gente no pensara que lo arreglaban como resultado de mi publicación. (Dos años después, el letrero continúa vergonzosamente arruinado).

Salí de allí con un gusto amargo en la boca. Estos censores son los mismos que en las reuniones promueven el diálogo entre los obreros. No sólo eso, se dicen defensores de la cultura del diálogo. Como si el diálogo fuese posible sólo transversalmente y nunca de abajo hacia arriba. (Ya sabemos que de arriba hacia abajo se le denomina “monólogo”).

La pregunta que siempre me hago puede sonar un poco ingenua, aunque quizás no lo sea tanto: ¿A qué le temen tanto los censores: a la crítica en sí o al hecho de que la crítica suele señalar como un dedo acusador a la incapacidad de estos ineptos para solucionar los problemas?

Lo preocupante es que la inmensa mayoría de los cubanos, sobre todo aquellos nacidos después del 59, hemos sufrido la censura, incluso, desde nuestra propia casa. ¿Cuántas veces algún que otro familiar, “por nuestro bien”, nos ha dicho que es mejor que no digamos nada, que ante semejante injusticia es mejor callar? Incluso, nos aseguran casi con resignación que, en definitiva, no vamos a resolver nada.

No creo que a estas alturas del juego alguien se pregunte si es cierto o no que en Cuba no hay libertad de expresión. Recordemos (los cubanos hemos demostrado tener muy mala memoria, sobre todo cuando nos conviene) que en marzo de 1990 (31 años después del triunfo revolucionario, es decir, con sólo una generación por medio) el Comité Central, en un documento titulado Llamamiento, invitó a la población a “dejar atrás los dogmas” y formular recomendaciones en una atmósfera de “diversidad de opiniones” con vistas al IV Congreso del Partido Comunista. Ya en aquel entonces se prometió que nadie sería castigado por manifestar su opinión con entera libertad, siempre y cuando permanecieran intocables los únicos temas no negociables: el liderazgo de Fidel y el sistema unipartidista de Cuba.

¿Por qué prometer inmunidad si no hay censura? ¿No es un sinsentido?

Durante los próximos doce meses se recogió más de un millón de sugerencias, hasta que en abril de 1991 se suspendieron las asambleas abruptamente. La oficialidad dijo que el Partido ya había recogido suficientes opiniones, pero lo cierto es que los reclamos se habían tornado cada vez más enérgicos, amparados, precisamente, por esa prometida impunidad. El debate se tornó tan candente que llegó a reclamarse desde la elección directa de los diputados de la Asamblea Nacional hasta la designación de Fidel como ministro de Relaciones Exteriores para elegir a otra persona como gobernante del país. El cubano de a pie sentía que era hora de permitir que una nueva generación de líderes se hiciera cargo del poder.

Algunos años más tarde, con Raúl a cargo, se hizo otro llamamiento a la libre expresión, con vistas a conformar el documento que luego se llamaría Lineamientos de la Política Económica y Social del Partido y la Revolución. En esta ocasión se volvió a prometer que no se tomarían represalias contra aquellos que tuvieran puntos de vista totalmente opuestos a los del régimen. Las asambleas se llevaron a cabo en medio de un clima de tensión, pues se daba por sentado que los informantes de la Seguridad del Estado asistían a ellas, camuflados entre la población civil. Y con posterioridad, algo semejante ocurrió cuando se inició el Anteproyecto de Constitución, cuando millares de personas se mostraron cautelosas a la hora de sugerir cosas tan elementales como que el presidente de la nación no debía permanecer en el cargo indefinidamente.        

Puedo pasarme un día entero hablando de todas las veces en que, de una u otra forma, he sido censurado. Por decir cualquier cosa, hasta por repetir una frase de Fidel que contradice un hecho que sucedió después. Como, por ejemplo: “Llegará el momento en que tendremos tanta leche que no vamos a saber qué hacer con ella”. Y estos ejemplos son sólo los más “suaves”. Hay otros que es mejor dejar en el tintero, por el bien común. Sería imposible narrarlos sin citar nombres, fechas y lugares. Así que, por ahora, me someto a la autocensura.

Hoy, cuando salgo de la oficina de mi jefa, recuerdo la recién estrenada Constitución y su artículo 54, que asegura que “El Estado reconoce, respeta y garantiza a las personas la libertad de pensamiento, conciencia y expresión”. Me pregunto si mi jefa se habrá leído la Constitución. Pero supongamos que no, que la pobre, por la enorme cantidad de trabajo que tiene, no ha tenido tiempo para hacerlo. El mismo artículo continúa diciendo: “La objeción de conciencia no puede invocarse con el propósito de evadir el cumplimiento de la ley o impedir a otro su cumplimiento o el ejercicio de sus derechos”.

Mejor me callo...

Cuando me dicen en mi propia cara que en Cuba no hay censura y que uno puede expresarse libremente, no puedo dejar de sonreír. Una sonrisa triste, eso sí. Y hoy, cuando acabo de recibir un regaño por publicar en internet una frase de Félix Varela, no puedo dejar de preguntarme qué me hubiera pasado si en vez de ésa hubiese publicado la frase de José Martí que aún traigo manuscrita en un pequeño trozo de papel doblado en el bolsillo, y que dice: “Cada vez que se priva a un hombre de su derecho de pensar, siento que me están matando a un hijo”.    

 

M.R.L. (20/6/2021, 2:00 a.m.)

Tiempos de definición

 (Publicado en Facebook el 19 de julio de 2021)

Alguien con quien trabajo y con quien no comparto su filosofía política (a pesar de considerarlo un hombre inteligente), dijo el otro día, en una reunión a raíz de las manifestaciones del 11-J, que estos eran tiempos de definición, y pidió, listado en mano, la colaboración de todos los trabajadores de la empresa para “salirle al paso” a los enemigos de la revolución. (Nótese que escribo revolución en minúsculas. Después de la orden de combate dada por quien ocupa el cargo de primer secretario del Partido Comunista, no se me ocurre escribirlo de otro modo).

No podía estar más de acuerdo con ese compañero de trabajo, así que fui el primero en levantar la mano para pedir la palabra, y dije que conmigo no contaran para eso. Y pronto fui secundado por dos compañeros más. La mayoría de los presentes se mostró temerosa, dijeron que sí pero queriendo decir que no. La voz insegura, vacilante. A una de esas personas la confronté luego, en la calle, y le pregunté que por qué estuvo de acuerdo en algo semejante. Su respuesta me decepcionó bastante: “¿Y qué tú querías que hiciera?”, dando a entender que casi la habían obligado a aceptar.

¿Cómo explicarle a esa persona (no puedo decir su nombre. Hemos vuelto a los tiempos del clandestinaje) que no se trata de lo que yo quiero o dejo de querer, sino de lo que ella quería decir realmente y que no tuvo los ovarios suficientes para hacerlo? (En su defensa debo decir que a pesar de, cada vez que la han “convocado”, siempre se inventa una excusa para no ir).

Ese mismo día, mientras en la empresa se sucedían reuniones tras reuniones (algunas a puertas cerradas, otras con todo el colectivo, las menos por departamento, como si de pronto nadie recordara que hay una epidemia que está matando gente), el señor que ocupa el cargo de presidente del país y de cuyo nombre no quiero ni acordarme, apareció en la pantalla televisiva en medio de una pataleta que duró horas. (A lo largo de mi vida he comprobado que casi siempre el que más grita es el que más miedo tiene). Lo poco que pude escuchar me molestó bastante. Este hombre siguió justicando las tiendas en MLC (llamémosle por lo que son: tiendas en dólares. No me gustan los eufemismos), continuó culpando de todo al bloqueo y reiteró la orden de combate dada el día anterior (en otras palabras, a seguir rompiendo cabezas de todo aquel que piense diferente a la oficialidad).

Las manifestaciones han continuado en las calles. La represión también. Continúan los presos, los desaparecidos, las personas siendo detenidas durante la madrugada. Continúa el hambre, la miseria, la falta de medicamentos. Siguen sin decir el número exacto de muertos. (Muchos dicen “de ambos lados: civiles y policías”, pero yo los llamo simple y llanamente muertos, porque todos somos cubanos, las perdidas son de todos). Continúa el aumento de los infectados y de los fallecidos por la COVID. Continúa el curioso silencio de Raúl. Cierto que apareció el sábado 17 de julio en la Tribuna, pero no hizo uso de la palabra. Parecía puesto ahí como para dar legitimidad al acto, pero ¿a nadie le resulta cuando menos curioso que no haya dicho ni pío?

En los centros de trabajo continúan reclutando gente para salir a golpear a otros. En algunos casos, según he escuchado, incluso bajo amenaza de descontarles el día laboral o de perder el trabajo. No contentos con ello, ahora también “convocan” a los adolescentes universitarios. La hija de un amigo mío, estudiante de la Cujae, fue una de ellas. El hijo de otro amigo mío, trabajador civil en una unidad militar, también fue convocado. Lo mismo para otros muchachos recién salidos del Servicio Militar. Incluso, conozco a una familia que tienen oculto a su hijo en otro municipio luego de que fueran a buscarlo a la casa con una orden de movilización.

Quiero escuchar qué va a decir el gobierno cuando uno de estos muchachos (muchachos de bien, de buena familia, estudiosos, trabajadores, no delincuentes, ni mercenarios) sea apedreado o apaleado por una turba que se defiende con lo que tiene. ¿A quién van a culpar? ¿A quién van a querer cargarle el muerto?

No todos podemos (o queremos) salir a las calles a manifestarnos. Pero sí todos tenemos la obligación de definirnos. Decir NO a las “convocatorias” que haga el centro de trabajo, el CDR, el Partido o quien sea; no aceptar que nos obliguen a participar en nada que no queremos, ni permitir que usen a nuestros familiares (dígase hijos, hermanos, sobrinos, hasta vecinos) como punta de lanza, es también una forma de definirnos, es también una manera de manifestarnos. No hay que seguirles el juego a estos directivos, cuadros, miembros del Partido que, en definitiva, sólo están defendiendo sus propios intereses, su postura. Defendamos nosotros la nuestra. No hace falta ofender. No hace falta agredir. Basta con decir NO a la primera, de un modo claro, diáfano, sin paños tibios. Sobre todo, para que sepan que están tratando con personas definidas, que no nos vamos a dejar manipular. Ya no más.

Por mi parte, aún hay otra pequeña cosa que puedo hacer: voy a eliminar de mi lista de amigos de Facebook a todos aquellos que han tomado una actitud indigna hacia el resto de los cubanos. No los necesito alrededor mío. No quiero escucharlos ni leer las mierdas que escriben. No son mis amigos. Así que si a partir de hoy dejas de recibir mis publicaciones, sabrás que estás eliminado. Y que este cubano está bien definido.

 

M.R.L. (18/7/2021, 4:20 a.m.)

martes, 7 de septiembre de 2021

Presidentes de la República de Cuba

 

 


John Rutter Brooke

16/7/1838, Pensilvania, Estados Unidos

1926, Pensilvania, Estados Unidos

 

Mayor General del ejército de EE.UU. durante la Guerra Civil. Durante la guerra Hispano-Cubano-Estadounidense, le fue asignado el comando del 1er. cuerpo del ejército. Cuando el gobierno de España se rindió ante EE.UU. el 16 de julio de 1898, el entonces Presidente estadounidense lo nombró gobernador militar de Santiago de Cuba (1/1/1899-23/12/1899), mientras en La Habana siguió ejerciendo el Gobernador español hasta el Tratado de París (1898). Con posterioridad, John Rutter fue sustituido por el General Leonard Wood (1860-1927). Fue nombrado gobernador militar de Puerto Rico.

 


  Leonard Wood

9/10/1860, Winchester, Estados Unidos

7/8/1927, Winchester, Estados Unidos

 

Médico y militar estadounidense. En 1886 participó en la última campaña contra Gerónimo (1829-1909, destacado jefe militar de los indios apaches). Fue galardonado con la medalla de honor por llevar encargos a través de todo el territorio en conflicto (1898). Fue médico de cabecera de los presidentes de EE.UU. Grover Cleveland (1837-1908) y William McKinley (1843-1901). En 1898, durante la guerra Hispano-Cubano-Estadounisense, organizó el primer regimiento voluntario de caballería, conocido como los Rough Riders (Jinetes Rudos). Fue promovido a brigadier general de voluntarios. Finalizada la guerra, fue nombrado gobernador militar de Santiago de Cuba (1898) y luego gobernador general de toda la isla (1899-1901). Durante su administración, se ocupó en mejorar las condiciones higiénicas y sanitarias en Cuba. En 1902, se embarcó hacia las Filipinas donde también ejerció como gobernador militar. Tanto Cuba como Filipinas habían sido invadidos por Estados Unidos.



 Tomás Estrada Palma

9/7/1835, Bayamo, Cuba

8/11/1908, Santiago de Cuba, Cuba

 

Maestro. Participó en la Guerra de los Diez Años (1868-1878). Presidente de la República en Armas (1876-1877). Junto a José Martí (1853-1895) participó en la organización del Partido Revolucionario Cubano (1892). Durante la Guerra de 1895, asumió el liderazgo del Partido como Delegado. Luego del fin de la Guerra, aprobó la disolución del mismo. Fue el primer Presidente de la República de Cuba (20/5/1902-2/12/1906), cargo que asumió con la ayuda de EE.UU. Su pretensión de llevar a cabo una política de austeridad caracterizaron su etapa de gobierno. Bajo su mandato, EE.UU. obtuvo un arrendamiento perpetuo de la Base Naval de la Bahía de Guantánamo (1903). Tuvo que hacer frente a las consecuencias de establecimiento de la Enmienda Platt (1902). Al intentar reelegirse, se creó una crisis interna en Cuba y solicitó la presencia de las fuerzas militares norteamericanas, motivando la Segunda Intervención facilitada por su renuncia.

 


William Howard Taft

15/9/1857, Ohio, Estados Unidos

8/3/1930, Washington, D.C., Estados Unidos

 

Juez, abogado, fiscal y pedagogo. Procurador General de Estados Unidos (1890) y juez de la Corte de Apelaciones del 6º circuito (1891). Gobernador general de Filipinas (1901). Gobernador provisional de Cuba (29/9/1906-13/10/1906), a petición del presidente Tomás Estrada Palma (1835-1908), para evitar una guerra interna en el país entre las diferentes tendencias políticas. Taft suspendió las funciones del Congreso y se arrogó las facultades legislativas. Disolvió las fuerzas insurrectas y las milicias creadas por Estrada Palma. Nombró un supervisor y varios asesores estadounidenses en la Guardia Rural. Fue el vigésimo Presidente de EE.UU. (1909-1913). También, presidente del Tribunal Supremo, siendo hasta la fecha la única persona en desempeñar ambos cargos.

 


  Charles Edward Magoon

5/12/1861, Minnesota, Estados Unidos

14/1/1920, Washington, D.C., Estados Unidos

 

Abogado, juez y diplomático. Como asesor legal del Departamento de Guerra de EE.UU., redactó recomendaciones e informes con respecto a los nuevos territorios obtenidos mediante la Guerra contra España. Aquellos informes fueron publicados en un libro editado en 1902 y luego, bajo sus gestiones como gobernador de territorios estadounidenses, buscó aplicar aquellas recomendaciones. Fue gobernador de la Zona del Canal de Panamá. También gobernador de Cuba (13/10/1906-28/1/1909). Fue objeto de diversos escándalos durante toda su carrera.    

 


José Miguel Gómez y Gómez

8/6/1858, Sancti Spíritus, Cuba

13/6/1921, Nueva York, Estados Unidos

 

Militar y político. Se incorporó a la Guerra del 95 y se le confirió el grado de Coronel (1896). Después obtuvo el grado de General de Brigada y más tarde el de General de División (1898). Miembro de la Asamblea Constituyente de Santa Cruz del Sur. La comisión ejecutiva de la asamblea le confirió el grado superior de Mayor General del Ejército Libertador (1899). Fue Gobernador Civil de Las Villas (1899-1905). Formó parte de la redacción de la primera Constitución de la República (1901). Perteneció al Partido Liberal. Segundo Presidente de la República de Cuba (28/1/1909-20/5/1913). Creó la Marina Nacional, mejoró las condiciones del Ejército y ejecutó las grandes obras del alcantarillado y pavimentación de La Habana. Durante el levantamiento del Partido Independiente de Color que luchaban por la igualdad y el reconocimiento de los negros dentro de la nueva sociedad, masacró entre 3 000 y 5 000 rebeldes.

 

 


Aurelio Mario Gabriel Francisco García Menocal y Deop

17/12/1866, Matanzas, Cuba

7/9/1941, La Habana, Cuba

 

Militar y político. Más conocido como García Menocal. Se alza en armas en junio de 1895. Se convierte en el más joven de los Mayores Generales de la guerra de Independencia. Al terminar la guerra, ocupa el cargo de Jefe de la Policía de La Habana y de Inspector de Obras Públicas. Dirigente del Partido Conservador. Tercer Presidente de la República de Cuba (20/5/1913-20/5/1921) por dos períodos. Firmó la primera Ley de Divorcio (1917), desarrolló la industria azucarera y la infraestructura de muchos pueblos en Cuba, introdujo tecnologías industriales, en locomotoras, casillas de ferrocarril y transbordadores para sacar la caña de las carretas tiradas por bueyes. En 1931 preparó un golpe de Estado contra el dictador Gerardo Machado (1871-1939), el cual fracasó. Volvió a presentarse en las elecciones presidenciales de 1936, y también fracasó.  

 


  Alfredo Zayas y Alfonso

21/2/1861, La Habana, Cuba

11/4/1934, La Habana, Cuba

 

Abogado, poeta, orador y político. Fue fiscal, juez, alcalde de La Habana, senador (1905) y Presidente del Senado (1906). Fue co-editor de la revista Cuba Literaria. Fue Secretario de la convención constitutiva y luchó contra la Enmienda Platt (1902), impuesta a Cuba por EE.UU., y contra el arrendamiento de la base naval en Guantánamo. Fue jefe del Partido Liberal y electo Vice-Presidente (1908-1913). Cuarto Presidente de la República de Cuba (20/5/1921-20/5/1924). Encontró al país en bancarrota, con deudas de más de 40 millones de dólares. Impulsó el derecho de la mujer al voto, reformó el campo de la educación y el seguro social. Negoció el regreso a la soberanía cubana de la Isla de Pinos (Isla de la Juventud), ocupada por EE.UU. Permitió la libertad de prensa sin censura. La corrupción durante su gobierno dio lugar a la llamada Protesta de los Trece (1923).

 


 Gerardo Machado y Morales

28/9/1871, Las Villas, Cuba

29/3/1939, Florida, Estados Unidos

 

Militar y político. Ingresó muy joven al Ejército Libertador, en el que se destacó hasta llegar a ser General. Participó en la Rebelión de La Chambelona (1917). Fue un importante ejecutivo de la General Electric Co. y vicepresidente de la Cuban Electric Company. Perteneció al Partido Liberal. Quinto presidente de la República (25/5/1924-24/8/1933). De su gobierno destacan la construcción del Capitolio de La Habana y la Carretera Central. Intentó modificar la Constitución de 1901 para ser reelegido, pretensión que estaba expresamente prohibida. Fue reelecto Presidente, violentando la Constitución. El Ejército y el ABC (el grupo político mayoritario), respaldados por EE.UU., forjaron una alianza que derrocó al dictador. Su mandato se caracterizó por la bonanza económica, pero también por la represión de los opositores. La violencia popular se desató: saqueo de viviendas, linchamientos, incendios y la eliminación de cualquier organización que hubiese apoyado a la dictadura.

 

 


 Alberto Herrera y Franchi

1/9/1874, Las Villas, Cuba

18/3/1954, La Habana, Cuba

 

Militar y político. Jefe del Ejército durante la presidencia de Gerardo Machado (1871-1939). Desde la jefatura del ejército, ordenó el aplastamiento de la expedición de Gibara y el alzamiento revolucionario de abril de 1933, ambos contra Machado. El 11 de agosto de 1933, intentó detener el alzamiento del ejército, que se levantó contra Machado, destituyendo a los oficiales inconformes, pero esto no fue suficiente. Tras la renuncia de Machado por la fuerza popular, Herrera toma el poder interino el 12 de agosto de 1933 hasta que el Congreso decidió nombrar Presidente interino al doctor Carlos Manuel de Céspedes y Quesada (1871-1939) el 13 de agosto de 1933. Buscó refugio en el último piso del Hotel Nacional junto a otros funcionarios machadistas, estando bajo la protección del embajador norteamericano Sumner Welles (1892-1961). Estuvo en el poder sólo un día.

 


  Carlos Manuel de Céspedes y Quesada

12/8/1871, Nueva York, Estados Unidos

28/3/1939, La Habana, Cuba

 

Doctor, político y diplomático. Hijo del Padre de la Patria Carlos Manuel de Céspedes  (1819-1874). Miembro del Partido Liberal. Los esfuerzos realizados para asegurar la transmisión legal de la presidencia después de la caída de Gerardo Machado (1871-1939), respondían al propósito de evitar que Cuba quedase sin gobierno y, según los términos de la Enmienda Platt (1902), EE.UU. podía intervenir e imponer un gobierno provisional. Fue Presidente provisional (12/8/1933-4/9/1933). Trató de frenar las represalias y saqueos contra los partidarios del antiguo régimen, disolvió el Congreso y abolió la Constitución de 1928, restituyendo la de 1901. Sin fuerzas para resistir, abandonó el Palacio Presidencial, quedando el gobierno en manos de una Pentarquía integrada por Ramón Grau San Martín, Sergio Carbó, Guillermo Portela, José Miguel Irisarri y Porfirio Franca. Dicha Pentarquía no fue aceptada internacionalmente, por lo que tiempo después fue disuelta, y nombrado Ramón Grau San Martín (1881-1969) nuevo presidente.

 


 Ramón Antolin Eulogio Grau San Martín

13/9/1881, Pinar del Río, Cuba

28/7/1969, La Habana, Cuba

 

Médico, profesor y político. Se involucró en las protestas estudiantiles contra el presidente Gerardo Machado (1871-1939) y en 1931 fue encarcelado. En Miami participó de la creación de una Junta Revolucionaria, compuesta por el Directorio Estudiantil Universitario, Acción Revolucionaria, otros catedráticos de la Universidad, como él, el Conjunto Revolucionario Cubano, los Nacionalistas y el ABC, el 22 de marzo de 1933. Miembro del Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Presidente provisional de la República (4/9/1933-15/1/1934). Promulgó una serie de medidas nacionalistas y de tendencias socialistas, como la gratuidad de la matrícula universitaria y el derecho al sufragio universal de la mujer. El jefe del Ejército Fulgencio Batista (1901-1973) y el embajador de EE.UU. Sumner Welles (1892-1961) sostuvieron una reunión secreta para que Grau fuese remplazado por un gobierno que EE.UU. pudiera reconocer. Finalmente, es obligado a renunciar. Su período en el poder fue llamado Gobierno de los Cien Días.

 

 


 Carlos Hevia y Reyes-Gavilan

21/3/1900, La Habana, Cuba

2/4/1964, Florida, Estados Unidos

 

Médico y político. Estudió en la Universidad Naval de EE.UU. en Annapolis. Miembro del Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Ministro de Agricultura durante el gobierno de Ramón Grau San Martín (1881-1969). En enero de 1934, múltiples protestas contra la gestión de Grau le pidieron su renuncia. El consejo de gobierno, liderado por Fulgencio Batista (1901-1973), lo nombró Presidente interino (15/1/1934-18/1/1934). Esa misma noche fue juramentado solemnemente al cargo, al mismo tiempo que los líderes laborales planeaban un paro nacional. Sin respaldo general para prevenir la huelga, decidió renunciar, dejando a cargo al vicepresidente Manuel Márquez Sterling (1872-1934) luego de sólo tres días en la presidencia. Durante el gobierno de Carlos Prío Socarrás (1903-1977) se convirtió en Ministro de Relaciones Exteriores (1948-1950). Se presentó en las elecciones de 1952, suspendidas por el golpe de Estado dirigido por Batista. Durante 1960 formó parte de un grupo opositor al gobierno de Fidel Castro (1926-2016).

 

 


 Carlos Manuel Márquez Sterling y Loret de Mola

28/8/1872, Lima, Perú

9/12/1934, Washington D. C., Estados Unidos

 

Periodista, escritor, ajedrecista, diplomático y político. A los 16 años debutó en el periodismo escribiendo para El Pueblo y El Camagueyano, fundado por su padre, y en varias publicaciones relacionadas con el ajedrez. Conoció a José Martí (1853-1895). Fundó el periódico El Mundo (1901), El Heraldo de Cuba (1913) y La Nación (1916). Autor de alrededor de quince libros sobre política, ajedrez e Historia. Miembro del Partido Liberal. Durante la dictadura de Gerardo Machado (1871-1939) se opuso a la misma y después, cuando el presidente Carlos Hevia (1900-1964) se vio forzado por Fulgencio Batista (1901-1973) a dimitir, aceptó la presidencia. Presidente de la República (18/1/1934), solamente durante seis horas. Combatió la Enmienda Platt (1902) desde sus inicios hasta el 29 de mayo de 1934 como embajador cubano en Washington. En 1943, la Escuela Profesional de Periodismo adoptó su nombre.


 


Carlos Mendieta Montefur

4/11/1873, Las Villas, Cuba

27/9/1960, La Habana, Cuba

 

Militar y político. Participó en la Guerra del 95, donde alcanzó el grado de Coronel. Diputado como miembro del Partido Liberal (1901-1923). En 1931 es deportado por sus actividades políticas en contra de la dictadura de Gerardo Machado (1871-1939). Dos años más tarde, es elegido Presidente provisional de la República (18/1/1934-11/12/1935). Durante su Gobierno se obtiene la abolición de la Emmienda Platt (1902), apéndice constitucional que minaba la soberanía de la isla, al permitir que EE.UU. pudiese intervenir en Cuba cuando lo considerase necesario. La Enmienda Platt era un rezago neo-colonial de los cuatro años de protectorado norteamericano sobre la isla. Tuvo que hacer frente a las huelgas que asolaban continuamente el ámbito político y fue muy criticado por la represión ejercida, razón por la que tuvo que renunciar.

 

 


 José Agripino Barnet y Vinajeras

23/6/1864, Barcelona, España

23/6/1945, Barcelona, España

 

Político y diplomático. Miembro del Partido Liberal. Presidente provisional de la República (11/12/1935-20/5/1936). Asumió su cargo en un proceso político bastante confuso y complicado, donde varios presidentes provisionales ya se habían sucedido uno tras otro. Su llegada al poder se produjo gracias a la repentina renuncia de Carlos Mendieta (1873-1960), del cual era Ministro de Estado. No tenía apoyo entre los principales círculos de la oposición y mucho menos entre el pueblo, que veía cómo se sucedían presidentes que no concretaban sus objetivos. Convocó a elecciones para el año siguiente, por primera vez desde la caída de Gerardo Machado (1871-1939), y en las que salió elegido el antiguo alcalde de La Habana Miguel Mariano Gómez (1889-1950).

 

 


 Miguel Mariano Gómez y Arias

6/10/1889, La Habana, Cuba

26/10/1950, La Habana, Cuba

 

Político. Hijo del también Presidente de la República José Miguel Gómez (1858-1921). Alcalde de La Habana (1926). Realizó importantes obras como el Hospital de Maternidad, el Hospital Infantil y la Escuela José Miguel Gómez. Se opuso a la dictadura de Gerardo Machado (1871-1939). Miembro del Partido Liberal. Durante siete meses fue el primer Presidente de la República (20/5/1936-24/12/1936) electo por el voto popular después del fin del gobierno de Machado. Inició su mandato con un vasto programa que abarcaba medidas de carácter económico, social, cultural y político. No obstante, no logró contar con el apoyo de la opinión pública y tuvo desde casi el primer momento una fuerte oposición política. Dentro del Congreso se formularon contra él acusaciones de carácter político, de interferir con la facultades del poder legislativo, a virtud de lo cual el Congreso acordó su destitución.

 


 Federico Laredo Brú

23/4/1875, Las Villas, Cuba

27/7/1946, La Habana, Cuba

 

Abogado. Se incorporó al Ejército Libertador durante la Guerra del 95, alcanzando el grado de Coronel. Presidente de la Audiencia de Santa Clara y fiscal de la Audiencia de La Habana y del Tribunal Supremo de Justicia. Bajo el mandato de José Miguel Gómez (1858-1921) y de Carlos Manuel de Céspedes (1871-1939) fue nombrado secretario de gobernación. Miembro del Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Fue Vicepresidente de Miguel Mariano Gómez (1889-1950). Presidente de la República (24/12/1936-10/10/1940). Realizó importantes reformas como la creación de los institutos de segunda enseñanza, el consejo corporativo de Educación, Sanidad y Beneficencia, las escuelas rurales, el Instituto Cívico-Militar, los hogares infantiles campesinos y la Dirección Nacional de Deportes. También, el Servicio Técnico de Salud Pública y el Consejo Nacional de Tuberculosis. Promovió la organización de una asamblea constituyente para redactar una nueva Carta Magna, conocida en la historiografía cubana como la Constitución del 40.

 

 


 Fulgencio Batista y Zaldívar

16/1/1901, Holguín, Cuba

6/8/1973, Marbella, España

 

Militar. Se unió al Ejército en 1921. A partir de 1923 entró en la Guardia Rural, dentro de la cual alcanzaría el grado de sargento-taquígrafo del Estado Mayor del Ejército. Tras el derrocamiento de Gerardo Machado (1871-1939) en el año 1933, participó en varias conspiraciones qaue culminaron en el Movimiento Cívico-Militar del 4 de septiembre. Se estableció entonces una Junta de Gobierno, llamada Pentarquía, pues constaba de cinco miembros. Batista fue nombrado Coronel-Jefe del Ejército. De 1934 a 1940 dirigió con mano dura la represión contra los movimientos comunistas y socialistas de las centrales azucareras. Miembro de la Coalición Socialista-Democrática. Presidente de la República (10/10/1940-1/6/1944). En estas elecciones lo apoyaron varios partidos políticos, incluyendo el Partido Unión Revolucionaria Comunista. Durante su mandato, cooperó en la Segunda Guerra Mundial con los aliados y declaró la guerra al Imperio japonés, Alemania e Italia.

 


 Ramón Antolin Eulogio Grau San Martín

13/9/1881, Pinar del Río, Cuba

28/7/1969, La Habana, Cuba

 

Médico, profesor y político. Miembro del Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Presidente de la República (1/6/1944-1/6/1948). Durante los primeros años del mandato comienzan a cobrar fuerza grupos político-gangsteriles derivados de la época de Gerardo Machado (1871-1939), que en 1945 entrarán en conflictos y enfrentamientos cruentos entre ellos. En abril de 1945, consiguió elevar el precio de la libra de azúcar en el mercado estadounidense de 2.65 a 3.10, ajustando dicho precio al índice del coste de vida en EE.UU. En julio, Cuba firma la Carta de las Naciones Unidas como país fundador. En marzo de 1946, José Manuel Alemán Casharo (1905-1950) es nombrado primer ministro y organiza el llamado BAGA (Bloque Alemán-Grau-Alsina), poderoso instrumento de corrupción política. El 13 de octubre de 1946, seis organizaciones retiran apoyo político a Grau por corrupción e ineficacia. En 1947 la inestabilidad callejera es tal, que el gobierno se ve obligado a destacar fuerzas militares.

 


Carlos Prío Socarrás

14/7/1903, Pinar del Río, Cuba

5/4/1977, Miami, Estados Unidos

 

Abogado. Miembro del Partido Revolucionario Cubano Auténtico. Primer Ministro de la República (1945-1947). Presidente de la República (1/6/1948-10/3/1952). Su gobierno se caracterizó por tener fuertes lazos con EE.UU. Tras su elección, se le consideró suficientemente importante para recibir el saludo del presidente norteamericano Harry Truman (1884-1972). Su período presidencial estuvo marcado por un aumento de la corrupción y de la violencia que existía entre las diferentes facciones políticas. Fue depuesto por un golpe militar liderado por Fulgencio Batista (1901-1973) el 10 de marzo de 1952, tres meses antes de que se convocaran nuevas elecciones. Se marchó a EE.UU. con su familia sin defender su gobierno. Regresó a Cuba el 1 de enero de 1959. Sin embargo, pronto rompió con el nuevo gobierno y abandonó la isla definitivamente en 1961, volviendo a EE.UU., donde se desempeñó como diseñador y hombre de negocios. Se suicidó.

 


  Fulgencio Batista y Zaldívar

16/1/1901, Holguín, Cuba

6/8/1973, Marbella, España

 

Militar. Era uno de los candidatos en las elecciones de 1952. No obstante, como algunas de las encuestas le situaban en tercer lugar, el 10 de marzo, a escasos meses de las elecciones presidenciales (1 de junio), dio un Golpe de Estado, rompiendo así el orden constitucional. Para ello, se valió de su simpatía y liderazgo entre las Fuerzas Armadas y algunos sectores políticos de oposición al gobierno de Carlos Prío (1903-1977). Presidente de la República (10/3/1952-1/1/1959). Respetó los derechos de la industria estadounidense y la corrupción era gigantesca. En 1954 convocó a elecciones, consiguiendo una amplia victoria tras la retirada de la oposición. En noviembre de 1958 se llevaron a cabo nuevas elecciones, resultando ganador Andrés Rivero Agüero (1905-1996), a quien, siendo el legítimo Presidente de la República, no se le permitió tomar posesión del cargo. Tras su derrocamiento por la Revolución Cubana, huyó del país robándose 100.000.000 dólares.

 


Manuel Urrutia Lleó

8/12/1908, Las Villas, Cuba

15/7/1981, Nueva York, Estados Unidos

 

Abogado. Participó en las luchas contra las dictaduras de Gerardo Machado (1871-1939) y Fulgencio Batista (1901-1973). El 14 de marzo de 1957, en uso de sus funciones como juez de la entonces provincia de Oriente, actuó en el juicio donde se acusaba a 150 individuos por acciones antigubernamentales. De los acusados, 22 fueron capturados cuando se disponían a incorporarse a la guerrilla tras el desembarco del yate Granma (1956). Urrutia dictaminó que en vista a la usurpación y retención ilegal del poder por Batista y sus seguidores, los defendidos actuaron de acuerdo a sus derechos constitucionales. Presidente provisional de la República (2/1/1959-17/7/1959), pero fue desplazado tras una protesta popular contra la dimisión de Fidel Castro Ruz (1926-2016) como Primer Ministro. Buscó asilo en la embajada de Venezuela y se exilió en EE.UU., donde fue profesor de Español en un barrio neoyorquino.

 

 


Osvaldo Dorticós Torrado

17/4/1959, Cienfuegos, Cuba

23/6/1983, La Habana, Cuba

 

Abogado. Se opuso firmemente al gobierno de Fulgencio Batista (1901-1973) y participó en el Movimiento de Resistencia Civil, que apoyaba a los guerrilleros que combatían la dictadura. Tras el éxito de la Revolución (1/1/1959), fue nombrado Ministro de Leyes Revolucionarias. Jugó un papel importante en la redacción de la Ley de Reforma Agraria (1959). Fue nombrado Jefe de Estado por el Consejo de Ministros (17/7/1959-2/12/1976). Representó a Cuba en la Cumbre de Países No Alineados que se celebró en Belgrado (1961) y en la Cumbre de la Organización de Estados Americanos en Uruguay (1962). Durante la Crisis de los Misiles (1962), pronunció un discurso en la ONU anunciando que Cuba poseía armas nucleares, las cuales esperaba no tener que utilizar nunca. Tras la aplicación de la Constitución de 1976, Fidel Castro Ruz (1926-2016) se convirtió en Jefe de Estado, siendo Dorticós nombrado Presidente del Banco Nacional.

 

 


 Fidel Alejandro Castro Ruz

13/8/1926, Holguín, Cuba

25/11/2016, La Habana, Cuba

 

Abogado, militar y político. Miembro del Partido Ortodoxo (hasta 1951). Se inició en la vida pública tras el asalto al cuartel Moncada (1953), por el que fue condenado a prisión. Se exilió en México, donde planeó la invasión guerrillera de 1956. Alcanzó el grado de Comandante. Llegó al poder tras encabezar la Revolución cubana (1/1/1959), derrocando a la dictadura de Fulgencio Batista (1901-1973). Fue nombrado Primer Ministro (1959-1976). Lideró en 1961 la adopción del marxismo por el Gobierno revolucionario, estableciendo el primer Estado socialista de América. Tras la reforma constitucional de 1976, fue elegido presidente del Consejo de Estado y del Consejo de Ministros (2/12/1976-24/2/2008). Fue el fundador del Partido Comunista de Cuba (1975) y desde entonces hasta 2011 fue su primer secretario. Durante su mandato, se llevaron a cabo nacionalizaciones y expropiaciones de medios productivos con el objetivo de llevar a cabo una política económica socialista.

 


 Raúl Modesto Castro Ruz

3/6/1931, Holguín, Cuba

 

Militar. Hermano de Fidel Castro Ruz. Participó en el asalto al cuartel Moncada (1953). Fue uno de los líderes del Ejército Rebelde que combatió a la dictadura de Fulgencio Batista (1901-1973). Tras el triunfo de la Revolución (1959), se dedicó a dirigir las Fuerzas Armadas como Ministro (1959-2008). Ostenta el grado militar de General de Ejército y posee el título honorífico de Héroe de la República de Cuba. Presidente interino (31/7/2006-24/2/2008) y luego Presidente del Consejo de Estado y de Ministros (24/2/2008-18/4/2018). Primer secretario del Partido Comunista de Cuba desde 2011. Bajo su gobierno se destacaron los ligeros aumentos de la economía y el debate masivo hacia los problemas de la nación (2007). Levantó diferentes trabas legales que limitaban al pueblo, decidió conceder en usufructo las tierras ociosas (2008), reformó la Ley de Seguridad Social (2009), eliminó el tope salarial, autorizó el pluriempleo y restableció el cobro por resultados.