Bosque en llamas
Es el bosque en llamas.
Quien dice bosque
puede también decir tu cama
o ese trocito milimétrico de piel
que nunca alcancé.
(Como un Nirvana).
Eran tus senos embravecidos,
la lucha diaria por no perderme en tus ojos.
Era el cansancio sin fin
de perseguir tu nombre infinito.
Nada duele más que mi rostro en el espejo.
Nada suena más hueco que los años perdidos.
No tengo hijos,
no he sembrado árboles,
sólo he escrito libros
que nadie lee.
Quemo las páginas infinitas de mi miseria.
Es como un bosque en llamas
oscureciendo el cielo.
Escucho tu voz en el viento:
“Espérame”.
Y esa esperanza alimenta al fuego.
Ardo.
Crepitan las llamas en mis huesos.
Todo se quema,
incluso tu ausencia.
Sólo bastó una brasa
para desatar el caos.