Tuve un sueño, ¿sabías? Soñé que el mundo se estaba acabando y que todos huían. No sé hacia dónde, pero huían. Padres, hijos, hermanos, todos juntos. Gritaban, lloraban, se ayudaban los unos a los otros, mientras el suelo rugía. Rugía y temblaba. Sólo yo no podía huir. Estaba en esta cama, sintiendo el mundo acabarse afuera, pero sin tener quien me ayudara a levantar. Sin embargo, estaba la luz encendida, como noche tras noche... ¿Te das cuenta de lo que eso significa?

lunes, 1 de marzo de 2021

 


 

Bosque en llamas

 

Es el bosque en llamas.

Quien dice bosque

puede también decir tu cama

o ese trocito milimétrico de piel

                          que nunca alcancé.

(Como un Nirvana).

Eran tus senos embravecidos,

la lucha diaria por no perderme en tus ojos.

Era el cansancio sin fin

de perseguir tu nombre infinito.

Nada duele más que mi rostro en el espejo.

Nada suena más hueco que los años perdidos.

No tengo hijos,

no he sembrado árboles,

sólo he escrito libros

que nadie lee.

Quemo las páginas infinitas de mi miseria.

Es como un bosque en llamas

oscureciendo el cielo.

Escucho tu voz en el viento:

“Espérame”.

Y esa esperanza alimenta al fuego.

Ardo.

Crepitan las llamas en mis huesos.

Todo se quema,

incluso tu ausencia.

Sólo bastó una brasa

para desatar el caos.

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