Tuve un sueño, ¿sabías? Soñé que el mundo se estaba acabando y que todos huían. No sé hacia dónde, pero huían. Padres, hijos, hermanos, todos juntos. Gritaban, lloraban, se ayudaban los unos a los otros, mientras el suelo rugía. Rugía y temblaba. Sólo yo no podía huir. Estaba en esta cama, sintiendo el mundo acabarse afuera, pero sin tener quien me ayudara a levantar. Sin embargo, estaba la luz encendida, como noche tras noche... ¿Te das cuenta de lo que eso significa?

sábado, 11 de julio de 2015

Donde los versos se extinguen (XXI-XXX)



(XXI)
Poemas que aplastan poemas
sexos que se lamen contra el tiempo.
El picaporte
es el final seguro.

(XXII)
Desde aquí
veo
pasar el mundo.
Y una nube.

(XXIII)
Esos perros
que juegan
a inventarse
un mundo sin humanos.

(XXIV)
La voz del alma
gritando
quiebra
la silueta tranquila del barrio.

(XXV)
Nadie
podrá verte
desgraciadamente
con los ojos abiertos.

(XXVI)
Esa sopa
de estrellas
sobre nosotros
que no somos nada.

(XXVII)
No todo se esfuma.
A veces
quedan
los recuerdos.

(XXVIII)
Estas criaturas
con rostro de demonios
que sueles llamar
personas.

(XXIX)
Doble rostro
abarcando
las calles
de mi impotencia.

(XXX)
Más allá
qué habrá
quién
pensará en nosotros.

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