Tuve un sueño, ¿sabías? Soñé que el mundo se estaba acabando y que todos huían. No sé hacia dónde, pero huían. Padres, hijos, hermanos, todos juntos. Gritaban, lloraban, se ayudaban los unos a los otros, mientras el suelo rugía. Rugía y temblaba. Sólo yo no podía huir. Estaba en esta cama, sintiendo el mundo acabarse afuera, pero sin tener quien me ayudara a levantar. Sin embargo, estaba la luz encendida, como noche tras noche... ¿Te das cuenta de lo que eso significa?

viernes, 3 de julio de 2015

Donde los versos se extinguen (I-X)



(I)
Los cantos

del otoño

beben las últimas gotas

del mundo.

(II)
El árbol

derribado

ha dado su último

retoño.

(III)
Como las aves

que un día

añoraron el verano

y partieron

sin decir adiós.

(IV)
La mariposa

trastornada

ha roto

su reposo.

(V)
Corazones de papel

cuelgan del techo

desafiando

la eterna ley del karma.

(VI)
¿Qué pasado

es éste

donde el sol

sólo le teme a los dioses?

(VII)
Esa mordida

ligeramente profunda

en este trozo de enigma

que nadie ha descifrado.

(VIII)
Acaso

un fugaz suspiro

un disparo al aire

una vuelta de página.

(IX)
No menciones

jamás

este golpe directo

cataclísmicamente inesperado.

(X)
La noche

puede ser filosa

como el más leve

de todos los suspiros.

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