Tuve un sueño, ¿sabías? Soñé que el mundo se estaba acabando y que todos huían. No sé hacia dónde, pero huían. Padres, hijos, hermanos, todos juntos. Gritaban, lloraban, se ayudaban los unos a los otros, mientras el suelo rugía. Rugía y temblaba. Sólo yo no podía huir. Estaba en esta cama, sintiendo el mundo acabarse afuera, pero sin tener quien me ayudara a levantar. Sin embargo, estaba la luz encendida, como noche tras noche... ¿Te das cuenta de lo que eso significa?

martes, 16 de junio de 2009

Encuentro cercano en el séptimo arte

Por: Maykel Reyes Leyva


Generalmente lo desconocido despierta temor. El ser humano jamás ha dejado de sentirse una criatura indefensa ante aquello que desconoce por escapar a los límites de su entorno. En el cine los encuentros con seres provenientes de otros mundos han estado marcados por este inevitable terror.

En “El Día que Paralizaron la Tierra” (1951), de Robert Wise, un ser alienígena es enviado al tercer planeta del sistema solar para evitar la hecatombe que la raza humana está a punto de cometer contra el Universo. El mensaje es claro: o cambiamos la insensata política planetaria o seremos suprimidos para siempre.

En la versión norteamericana de “La Guerra de los Mundos” (1953), de George Pal, los marcianos nos invaden con la intención de darnos fin, pero los microbios que hay en el ambiente terminan eliminándolos a ellos.

El carácter aterrador de los contactos del tercer tipo cambia por otros más pacifistas en el famoso filme “Encuentro Cercano” (1977), del director Steven Spielberg. Aquí, luego de algunas intrigas y sorpresas, los seres extraterrestres eligen a un humano para que sirva de embajador en el lejano planeta del cual proceden.

En 1978, el director Philip Kaufman, rodó una espeluznante cinta: “La Invasión de los Muertos Vivientes”. Un misterioso polvo cósmico cae en la Tierra y provoca el surgimiento de unas hermosas flores. Las personas se las llevan a sus casas, pero durante la noche las flores expulsan unos capullos y de estos brotan seres casi idénticos a los que habitan el hogar. Luego, los dobles ocupan el lugar de los originales. Así se inicia una invasión silenciosa.

En “Alien” (1979), de Ridley Scott, la tripulación de un carguero espacial que viaja de regreso a la Tierra, recibe un llamado de auxilio que proviene de otra nave que flota aparentemente abandonada. Un ser monstruoso, ávido de reproducirse se encargará de convertir sus vidas en un infierno.

Algo semejante ocurre en “La Cosa” (1982), de John Carpenter, donde unos científicos hallan un ser extraterrestre congelado en los hielos del Ártico, lo reviven y tienen que enfrentarse a él para salvar sus vidas.

También en 1982 se filmó uno de los filmes más taquilleros de todos los tiempos. Su titulo: “E.T., el Extraterrestre”, otra vez bajo la batuta de Steven Spielberg. Un gracioso ser extraterreno es abandonado accidentalmente por sus coterráneos en el planeta Tierra. Un niño y sus dos hermanos tendrán que hacerse cargo de él hasta que se produzca el rescate.

En “Star-Man” (1984), también de John Carpenter, un alien sufre un accidente y debe adoptar la personalidad de un hombre ya fallecido. La viuda del mismo se verá comprometida a llevar al doble de su esposo hacia el sitio donde una nave vendrá a rescatarlo, pero unos científicos harán todo lo posible por capturarlo vivo o muerto.

En 1985, Ron Howard rodó “Cocoon”. En éste un grupo de ancianos descubrirán una piscina con unos capullos extraterrestres. Luego de bañarse en las limpias aguas del estante todos sus achaques comenzarán a desaparecer misteriosamente, y el interés por lo que se halla en el interior de los capullos los llevará a conocer una dura realidad que se desarrolla a miles de millones de años luz de la Tierra.

En “Enemigo Mío” (1985), de Wolgang Petersen, la civilización humana le ha declarado la guerra a los drac, unos seres hermafroditas que habitan en otro punto de la galaxia. Un hombre y un drac caen por accidente en un planeta desierto y la convivencia los hará comprender lo absurdo de esa guerra.

En el filme argentino “Hombre Mirando al Sudeste” (1986), del director Eliseo Subiela, un hombre interplanetario visita nuestro mundo, pero al revelar su identidad es tomado por un loco, ingresado en una clínica siquiátrica y eliminado gracias a las medicinas que se le suministraban.

En “Howard, el Superhéroe” (1986) el director Willard Huyck nos cuenta las aventuras de un pato extraterrestre que cae por error en nuestro planeta. El pato habla, viste ropas, tiene un divertido sentido del humor, pero carece de la facultad de volar. De repente se ve envuelto en la necesidad de atrapar a un científico que se ha empeñado en destruir a la Humanidad.

Un año después, en 1987, el director John McTiernan filmó “Depredador”, donde un cazador proveniente de otro mundo se encargará de dar caza a varios ejemplares humanos por simple diversión.

En el excelente filme “Abismo” (1989), de James Cameron, un grupo de científicos norteamericanos que trabajan en el fondo del oceáno descubren una civilización de seres altamente desarrollados, viviendo en las profundidades. El contacto amistoso entre ambas partes se verá en peligro a causa de unos agentes infiltrados que tienen órdenes precisas de no dejar a nadie con vida para salvar así unas potentes armas nucleares que se encuentran en el interior del submarino.

En el año 1993 se filmó la cinta “Fuego en el Cielo”, del director Robert Lieberman. Aquí un muchacho es secuestrado por un platillo volador mientras los jóvenes que lo acompañan y de haber escondido el cadáver. Días después el muchacho reaparece desnudo y medio enloquecido y a pesar de las evidencias, la historia de la abducción es puesta en duda.

En “Especies” (1995), de Roger Donaldson, la NASA recibe una información extraterrestre que, al ser descodificada, resulta que es un método eficaz para mezclar los ADN humanos con los de los aliens. De ese experimento surge una hermosa chica rubia que luego de escaparse hará todo lo posible por reproducirse, convirtiéndose en un peligro para la Humanidad.

En “El Día de la Independencia” (1996), de Roland Emmerich, los seres alienígenas vuelven a la carga y todos los países deben unirse para enfrentarse a la invasión.

En la parodia del género “Hombres en Negro” (1997), de Barry Sonnenfield, unos E.Ts que habitan el planeta Tierra rompen las reglas de seguridad establecidas y dos agentes secretos tendrán que darles captura sin llamar la atención de la población.

En la popular cinta “Expedientes X” (1998), de Rob Bowman, unos hombres descubren bajo tierra el cadáver de un extraterreno, sin embargo, el gobierno estadounidense hará todo lo que esté en sus manos para negar la información.

De este modo, el séptimo arte ha mostrado distintos puntos de vista sobre un mismo tema. Mientras tanto, en la vida real, todo parece indicar que los deseados encuentros del tercer tipo demorarán un poco en llegar. ¡Qué lástima...!

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