Tuve un sueño, ¿sabías? Soñé que el mundo se estaba acabando y que todos huían. No sé hacia dónde, pero huían. Padres, hijos, hermanos, todos juntos. Gritaban, lloraban, se ayudaban los unos a los otros, mientras el suelo rugía. Rugía y temblaba. Sólo yo no podía huir. Estaba en esta cama, sintiendo el mundo acabarse afuera, pero sin tener quien me ayudara a levantar. Sin embargo, estaba la luz encendida, como noche tras noche... ¿Te das cuenta de lo que eso significa?

martes, 16 de junio de 2009

Los Ovnis invaden la URSS

Por: Maykel Reyes Leyva


Es imposible estudiar el fenómeno ovni sin echar un vistazo a la desaparecida Unión Soviética. Durante mucho tiempo los NLO fueron estudiados por más científicos y autoridades académicas o militares soviéticos que en cualquier otra parte del mundo. Y no en vano.

En 1959 se regó el rumor de que un platillo había estallado sobre Georgia, hallándose un monstruo sin vida en las cercanías. En ese mismo año un diario polaco informó de la caída de un objeto radiante junto al puerto de Gydnia, encontrándose en la playa un ser humanoide vestido con un traje metálico. Según las declaraciones del periódico los órganos y sistemas sanguíneos de la criatura nada tenían que ver con los nuestros, tenía más dedos en las manos y los pies, y cuando murio su cadáver fue llevado a la URSS.

En 1961 ocurrió un hecho insólito. Un avión-correo desapareció misteriosamente en pleno vuelo en Rusia Central. Gracias al informe oficial se sabe que la torre de control captó varias señales extrañas, más la presencia de un ovni justo en el instante en que el avión desaparecía. Como en el filme Encuentro Cercano, de Steven Spielberg, el avión apareció un par de días después, intacto, con combustible suficiente para dos horas más de viaje, pero sin rastro alguno de sus tripulantes. A 100 metros del avión abandonado se encontró un circulo de hierbas quemadas.

En 1956, sobre Groenlandia, un piloto y su cuadrilla vieron un objeto semejante a una pera que voló paralelo a ellos durante una hora. En 1959 unos platillos se tomaron la molestia de permanecer estáticos sobre las plataformas de lanzamiento del Cuartel General del Mando de Cohetes Tácticos de Sverdiovski. Por otra parte, unos expedicionarios que se hallaban en Kazakhstan, observaron un objeto parecido a un lente que, según ellos, poseía un diámetro mayor al de la luna. Tres esferas de color verde que giraban en torno a otra, fueron detectadas por unos astrónomos del Observatorio de Ogre. Otro ovni se vio sobre Odesa, siendo captados también por algunas instalaciones terrestres. Mientras que el director de la Escuela Hidromagnética de Jerson y otros cincuenta testigos, observaron un enorme platillo cuyo diámetro era tres veces superior al del sol.

En 1948, Moscú tuvo el honor de ver objetos alargados y plateados sobrevolando la ciudad. En 1954 y 1955 los ovnis con forma de cigarro aparecieron para luego alejarse a gran velocidad, mientras que en 1959 tres platillos fueron captados por el radar de un aeropuerto y más tarde, perseguidos por Cazas.

Una paracaidista rusa, luego de saltar desde una altura de 9000 metros, fue secuestrada por un platillo y sus tres tripulantes, aparentemente venidos en son de paz, le mostraron nuestro planeta desde el espacio. La paracaídista reapareció tres días después con un estuche que contenía un mensaje de los extraterrestres para las autoridades. Esto fue en 1961.

También en 1961, el 8 de enero, Pravda el Organo del Partido Comunista, publicó una foto donde se podía ver un ovni junto a dos humanoides. La foto había sido tomada desde una estación meteorológica.

Todavía en el año 1961, pero esta vez en Voronezh, a 650 kilómetros al sur de Moscú, los habitantes pudieron contemplar a unos dos kilómetros de altura, un objeto con forma de cigarro que medía aproximadamente 800 metros. Permaneció sin moverse durante bastante tiempo, hasta que comenzó a volverse transparente y desapareció. Casi de inmediato llegaron al lugar unos Cazas, pero al no hallar nada dieron media vuelta y se marcharon. Entonces, el ovni volvió a ser visible. Al hacerlo, lanzó una llamarada, ascendió verticalmente y se perdió en la lejanía. Por esos días, varios platillos (uno de ellos de gran tamaño) pasaron sobre una batería de cohetes, deteniendo de modo inexplicable todos los aparatos eléctricos de la base. Esto ocurrió a 150 kilómetros de Moscú. Todo volvió a la normalidad en cuanto los platillos se alejaron.

Pero aquí no termina todo. En el año 1976 la prensa rusa hizo alarde de buena imaginación. Solamente en ese año se habló de tentaculos fosforecentes que tomaban muestras de plantas, un ovni avereado en las cercanías de Tachkent, la aparición más tarde de un hombre diminuto, con la piel grisácea, sin orejas y muerto, y hasta un insecto del tamaño de un hombre que antes de morir se expresaba con una melodía.

El 19 de agosto de 1977, tres científicos que se hallaban acampados cerca de Serpukhov, vieron aterrizar un foco de luz de color violeta que poco después desapareció envuelto en una nube fluorescente. Los científicos aseguraron que habían sido despertados por voces muy fuertes en un idioma no conocido. En el lugar de los hechos se encontró una depresión circular de unos cinco metros de diámetro.

Los ovnis que durante mucho tiempo intrigaron a la URSS nunca tuvieron una respuesta satisfactoria. Y ahora que aquella gran potencia sólo es una hoja a merced del viento, gracias al complejo caos que se adueñó de ella, tal vez los ovnis terminen siendo no más que una leyenda.

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